El testimonio de un joven diagnosticado con una hernia discal e hipertensión arterial atestigua los resultados de la Terapia de Regeneración Celular a Base de Inductores que descubrió el doctor y científico mexicano Gerardo Martin González López en este tipo de afecciones que cada vez son más comunes y que pueden llegar a afectar seriamente la calidad de vida de quien lo padece, especialmente la presión arterial elevada.
Al dar a conocer su historia el paciente cuenta que el llego al consultorio del doctor Gerardo por un problema en la columna pues le detectaron una hernia discal lo que ya no le permitía hacer sus actividades cotidianas y además también manejaba hipertensión arterial y por lo que tenía que tomar medicamentos todos los días para mantenerla estable.
Hoy después de un tiempo de tomar la terapia a base de inductores el joven da a conocer su testimonio para que otras personas que padezcan esta situación sepan que hay una oportunidad de salir adelante pues como él lo dice “la terapia lo que me ha regalado, gracias a Dios, es que los nervios se fortalecieron, tan es así que el dolor que presentaba ya no lo tengo, me llega a doler cuando me sobrepaso, pero se me quita, no dura todo el tiempo”.
A la par señala que con la terapia ya no necesita tomar el medicamento para la presión, después de mes y medio de no tomar la pastilla no la ha necesitado.
“Al día de hoy con el comparativo esas afecciones ya se están regenerando, tiene que ver mucha disciplina, la fe y que crean en esta terapia”, mencionó el paciente.
Por su parte el médico señaló que esta enfermedad es grave pues te puede llevar a la muerte si no es atendida como debe ser y le dio la honra y la gloria a Dios por los resultados que ha tenido este joven paciente pues aunque no puede decir que ya se curó la regeneración que ha tenido es de gran importancia para su salud.
“La hipertensión arterial sistémica es una enfermedad silenciosa, grave e incurable porque muy rápido lo lleva a una enfermedad coronaria y muy rápido lo puede llevar a un infarto, a una enfermedad isquémica o a un problema que tenga que ver con las coronarias. Aunque no puedo mencionar una cura, porque no sería ético, lo que sí podemos decir es que hoy día ya tiene una regeneración tan importante que los valores de su presión arterial son dentro de la normalidad y sobre todo ya no requiere un fármaco”, señaló el científico mexicano.