Estudios han revelado que muchos tipos de cáncer tienen su origen en infecciones virales que dañan el comportamiento de las células de distintas formas provocando cambios importantes como daño al ADN, trastornos en la regulación celular por medio de los genes del virus o daño serio en sus propios genes causando desregulación cuando el virus se inserta en una célula huésped pudiendo causar un crecimiento canceroso.
Moléculas como CD24 y CD47 confieren a las células humanas identidad ante el sistema inmunológico, actuando en pro o en contra de las células según sea el caso. Cuando el material genético viral provoca mutaciones en el control del genoma de la célula que infecta, activando oncogenes y desactivando genes supresores de tumores, mantiene a las moléculas CD24 y CD47 activas las cuales le proporcionan a estas células cancerosas protección contra el sistema inmunológico, por otra parte en las enfermedades autoinmunes este par de moléculas son desactivadas por la célula en un intento por defenderse y es así como el sistema inmunológico ataca a las células del propio cuerpo sobre todo las estirpes celulares que fueron infectadas por algún virus desencadenando así más de 80 enfermedades autoinmunes.
A pesar de los intentos forzados de científicos para encontrar la forma de tratar algunos tipos de cáncer, como el glioblastoma un tipo de cáncer agresivo, con inmunoterapia incluso utilizando las moléculas CD24 y CD47 a su favor, se ha demostrado que esto aun no es posible pues los estudios realizados no han dado resultados positivos y todavía siguen viendo esta posibilidad como algo lejano por las funciones natas que tienen estas moléculas.
Por otro lado, la Terapia de Regeneración Celular a Base de Inductores, descubierta por el científico mexicano Gerardo Martín González López ha demostrado multiplicar el número de células madre en los propios nichos celulares, provocando que estas mismas células madre afecten directamente por medio de moléculas específicas las expresiones del genoma de las células malignas, apagando oncogenes y encendiendo genes supresores de tumores lo que ya ha demostrado efectos positivos en pacientes oncológicos.
Al normalizar su expresión génica las células cancerígenas pueden desactivar las moléculas CD24 y CD47 volviéndolas nuevamente vulnerables al sistema inmunológico, provocando un ralentizamiento en la progresión del cáncer, incluso en la detención de la enfermedad y en algunas ocasiones provocando la remisión.
En las enfermedades autoinmunes, la Terapia de Regeneración Celular a Base de Inductores multiplica las células madre regionales las cuales de forma molecular permiten que se estabilice la expresión del genoma de forma natural para el tipo celular, incluyendo la activación de CD24 y CD47, en consecuencia el sistema inmunológico se modula y disminuye de forma importante el auto ataque de las células dañadas mejorando notoriamente la enfermedad.