Las similitudes que hay entre el árbol y la placenta, las raíces y los pulmones, el tocón del tronco y la huella dactilar, las hojas del árbol y las líneas de la palma de la mano. El universo y su extraordinario parecido con la célula cerebral o el nacimiento de una célula y la muerte de una estrella, el iris con la nebulosa, entre otras cosas que podemos ver en el universo y nuestro organismo son la muestra de la conexión que tenemos con el cosmos.
Esas semejanzas demuestran que tenemos un creador único y todo lo que Dios ha creado está en una regeneración continua. Ya se ha hablado antes de cómo en el propio universo se están creando estrellas, planetas y satélites naturales.
Lo mismo ocurre con nuestro cuerpo el cual cuenta con un sistema Regenerativo, que Dios le permitió publicar al doctor y científico mexicano Gerardo Martín González López, con el que se puede estimular, por medio de la terapia de Regeneración Celular a Base de Inductores, también descubierta por el doctor González, órganos, tejidos, aparatos y sistemas que han sido dañados por el paso de los años o alguna enfermedad.
Estas dos cosas en conjunto, el Sistema Regenerativo y la Terapia a Base de Inductores, le dan la oportunidad a quien padece una enfermedad crónico degenerativa de tratar su padecimiento de una forma tan natural como lo haría el propio cuerpo humano obteniendo resultados admirables que le permiten al paciente tener una mejor calidad de vida.