Durante muchos años el doctor Gerardo Martín González López ha estudiado el sistema que descubrió y publicó: el Sistema Regenerativo, el cual es la base fundamental de la Terapia de Regeneración Celular a Base de Inductores, pues esta última se basa en el milagro que Dios nos da para poder multiplicar las células madre multipotentes en los nichos celulares del propio cuerpo humano.
Desde hace años se sabe que las células madre hematopoyéticas de los seres humanos y de algunos mamíferos se encuentran en los huesos, mientras que en los peces se hallan en los riñones, pero no es hasta ahora que se ha descubierto porque es así.
Recientemente, investigadores del Departamento de Células Madre y Biología Regenerativa de Harvard descubrieron la razón de que las células madre de la médula ósea se encuentran en el interior del hueso, y esto es porque las células madre de médula ósea son muy sensibles a los rayos ultravioleta.
Esto fue demostrado en estudios realizados en el pez cebra y en una rana venenosa, donde observaron que en los renacuajos, cuando les salen las patas, las células madre de médula ósea migran a los huesos de las mismas procedentes del riñón, pero siempre cubiertas por melánocitos (las células que producen el pigmento protector del cuerpo: la melanina).
Sin duda estas migraciones celulares que realiza el Sistema Regenerativo son verdaderamente sorprendentes, como por ejemplo lo que ocurre en el cuerpo humano con la generación de todas las células sanguíneas, llamada hematopoyesis, al principio, durante el desarrollo fetal, en los islotes sanguíneos del saco vitelino y en el mesénquima paraaórtico, después se desplaza al hígado entre el tercer y cuarto mes de gestación, y finalmente pasa a la médula ósea para protegerse de los rayos UV.
Más, sin embargo, aunque en los huesos humanos las células madre están protegidas de los rayos ultravioleta, siguen siendo blanco de otros agentes de daño, a veces contenidos en su propio genoma; razón por la cual hay tantas enfermedades de células sanguíneas, sus células hijas o diferenciadas como la leucemia y muchas otras.
Es en este punto donde la Terapia de Regeneración Celular a Base de Inductores cobra una importancia sin precedentes, pues las moléculas inductoras favorecen la estabilidad del genoma de estas células madre de médula ósea y estimulan su replicación de forma adecuada, sin mutaciones, para reponer a las células dañadas que causaban esta enfermedad.
Gracias a esto los resultados son increíbles, pues con lo anterior mencionado pueden pasar tres cosas: enlentecer la leucemia, detenerla e incluso remitirla. Todo un milagro de Dios.