La biblia dice en el libro de Jeremías 33:6 “He aquí que yo les traeré medicina y sanidad“, dos conceptos muy buscados por la humanidad a lo largo de toda su existencia.
La medicina ha pasado por muchas etapas revolucionarias, entre ellas la investigación profunda de los diversos sistemas, todo esto en un intento de controlar y con ello de desentrañar los grandes secretos que nuestro creador ha escondido en lo más profundo de nuestro ser, como nuestro genoma y todos los mecanismos que estimulan a dicho sistema para su regeneración y por ende la curación de diversas enfermedades.
En este sentido es importante conocer que, estos mecanismos y las diversas moléculas que pueden estimular a los sistemas, ya se han dado a conocer por el médico y científico mexicano Gerardo Martín González López en publicaciones recientes donde divulgó un sistema nuevo conformado por células madre que hoy, prácticamente se ha hallado en todo el cuerpo humano, llamado: Sistema Regenerativo que tiene como principal función regenerar a los demás sistemas.
Gracias a Dios, la parte más importante de la investigación del autor mexicano ha sido desde luego encontrar la forma de estimular mediante las moléculas inductoras a este maravilloso sistema conformado por células madre multipotentes las cuales son inmortales, biológicamente hablando, pero que además estas moléculas inductoras que, es importante señalar, son la base de la Terapia de Regeneración Celular a Base de Inductores, tienen su participación más activa en este Sistema Regenerativo durante la etapa embriónica (primeras ocho semanas de gestación).
Luego del nacimiento estas moléculas ya no se producen y por ende ya no hay replicación de las células multipotentes que constituyen el Sistema Regenerativo humano y por el contrario las células disminuyen con el paso del tiempo causando enfermedad y envejecimiento. Esto sucede porque al disminuir las células madre multipotentes el Sistema Regenerativo mengua su capacidad de regenerar los tejidos que conforman el cuerpo humano.
De modo que, si después del nacimiento y hasta cualquier edad, aplicamos las moléculas inductoras que se producen en la etapa embriónica, mediante la terapia patentada por el científico González López, Dios puede permitir que se vuelvan a multiplicar las células madre que se habían quedado en diapausa o que se habían perdido por enfermedad, por daño directo del medio ambiente e incluso por el propio paso del tiempo.
Tomando en cuenta que la Terapia de Regeneración Celular a Base de Inductores tiene, por el favor de Dios, una alta efectividad gracias a que estas moléculas inductoras estimulan los receptores ya existentes desde la etapa embriónica y esta estimulación al suceder en los propios nichos celulares, su posición original de las células desde el embrión (hojas embriónicas), y posteriormente en el nicho celular es determinante para lograr la regeneración de los tejidos que conforman los diferentes sistemas del cuerpo humano brindado una segunda oportunidad a las personas con enfermedades consideradas incurables.