La diabetes tipo 1 es la enfermedad causante de que el páncreas tenga una producción inadecuada de una hormona llamada insulina. Al suceder esto, el cuerpo no puede metabolizar el azúcar de forma adecuada por lo que se almacena en la corriente sanguínea, causando daños diversos en el organismo de quien la padece.
Entre las principales complicaciones de la diabetes tipo 1 se encuentran enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos, daño en los nervios, daño renal, daño ocular, osteoporosis, además se corre el riesgo de padecer otros trastornos autoinmunitarios, como enfermedades de la tiroides y enfermedad celíaca.
Este era el caso de una pequeña que con solo siete años fue diagnosticada con esta terrible enfermedad con la cual los médicos le dijeron que ya no llevaría una vida normal, que perdería la vista y el pelo motivo por el cual se la pasaba en hospitales por las complicaciones.
Ante este panorama los padres de la paciente decidieron llevar a su hija a que recibiera la Terapia de Regeneración Celular a Base de Inductores, que descubrió el doctor y científico mexicano Gerardo Martín González López, con la esperanza de que la vida de su pequeña fuera diferente.
Hoy luego de varios años recibiendo la terapia la paciente da su testimonio de vida y cuenta como nada de lo que los médicos dijeron que le pasaría se cumplió. Llegó a sus quince años con una calidad de vida de un niño que no padece esa enfermedad y dejó de visitar los hospitales gracias a la terapia a base de inductores.
Junto a la joven paciente el médico descubridor de esta maravillosa terapia le dio las gracias a Dios por los resultados que en esta enfermedad no son fáciles de ver.
“Que Dios le haya dejado sus ojitos, sus riñones, que haya crecido normal y que le haya dado vida en abundancia no es cualquier cosa, hay que abrir el corazón porque a veces con la mente no podemos ver… la honra y la gloria son para Dios”.